GN 7404 Membranas de ventilación Aluminio, repelente al aceite / agua (oleofóbico / hidrofóbico)

Las membranas están formadas por un vellón de poliamida como sustrato con una estructura completamente desordenada. Los minúsculos poros de la membrana se crean saturando las fibras de vellón con un copolímero acrílico, que las moja completamente pero no llena los espacios entre el vellón.

Durante la fabricación, el material y los parámetros del proceso afectan el tamaño de los poros, los cuales son de entre 0.2 y 10 µm. La calidad de la membrana puede determinarse mediante "porometría", un método de clasificación que evalúa la distribución del tamaño de los poros de la membrana y la salida de aire. Para ilustrar esto, a la derecha se muestra una imagen microscópica de la sección transversal de una membrana.

Para comparar: El ancho de malla mínimo de un filtro fabricado con métodos económicamente viables es de 50 μm.

Membrana, imágenes
microscópicas, ampliadas 2000x

Las membranas repelen el aceite y el agua debido a sus materiales y a la estructura de su superficie. Así se evita que las gotas de agua y aceite inunden completamente la superficie de la membrana. Esta propiedad repelente se apoya en la instalación de la membrana en el lado en posición vertical. Si, en casos excepcionales, la membrana está completamente cubierta, se pueden empujar pequeñas cantidades de aceite o agua a través de la membrana a determinadas presiones diferenciales. Una vez subsanada la situación, el aceite y el agua gotearán y la membrana volverá a ser totalmente funcional.

Cuando se utilizan membranas de ventilación, son importantes el volumen máximo de salida de aire, la presión diferencial máxima y la presión nominal/de rotura máxima. El volumen de salida de aire alcanzable depende linealmente de la presión diferencial, que no debe superar 1 bar.

El volumen de la salida de aire depende de la presión diferencial

Presión diferencial, presión de rotura

Térmica -

La caja de membrana no puede utilizarse a temperaturas superiores a los 212 °F (100 °C). La propia membrana puede resistir temperaturas de hasta 302 °F (150 °C).

Química -

Las membranas son resistentes a una amplia gama de sustancias químicas que se utilizan con frecuencia en la ingeniería de maquinaria y automoción, por ejemplo, aceite, combustibles, disolventes orgánicos y alcoholes. En caso de duda, debe realizarse una prueba de tolerabilidad.